Antes de ser muy amigos y colegas en el jurado de Bake Off, Damián Betular y Pamela Villar trabajaron juntos en un restaurante en el que Villar era la ama y señora de la cocina. Eran los primeros pasos del pastelero y él siempre la recuerda con muchísimo cariño y admiración.
Sin embargo, en la última emisión del reality de Telefe, Damián trajo al presente una anécdota sobre aquellos años iniciáticos en los que, como todo principiante, se tuvo que ganar el derecho de piso haciéndose cargo de los más engorrosos pedidos de su jefa.
Todo empezó cuando uno de los participantes del reality apareció con un postre con una “peluca de caramelo”, como se le llama en el mundo pastelero a esa bola de hilitos que corona algunas preparaciones. Al ver ese detalle, Betular viajó al pasado y lo compartió con sus compañeros.
"¿A qué te hace acordar?”, le preguntó Paula Chaves, y él, sonriente, señaló a Pamela. "Ella era mi jefa en ese momento y se le había ocurrido un postre con una peluca así de caramelo y no era un restaurante chiquito, era un lugar donde iba mucha gente”, arrancó el chef.
“Por eso, cuando se terminaba, tenía que quedarme hasta las 12 de la noche haciendo caramelo", rememoró el jurado sobre ese postre inolvidable que lo dejaba clavado en la cocina hasta cualquier hora.
"Me acuerdo que lo hacía con un batidor cortado porque hacía mucha cantidad… ¿Cuántas pelucas de caramelo hice en una noche? Y… como 30", terminó Damián, mandando al frente a su amiga y colega, que lo miraba con una sonrisa cómplice.
