En el devenir de ese encierro, voluntario, en el interior de El Hotel de los Famosos surgieron infinidad de reacciones de la convivencia forzada entre todos los participantes. Además de las chispas, de los bandos enemigos, también brotaron energías de amor.
Uno de los casos de una simbiosis romántica la protagonizaron Locho Loccisano y Majo Martino, que se entregaron a las mieles de la química que germinó espontáneamente entre ellos. Así edificaron una historia cálida, que muchos consideraron que se remitía a esa propiedad en la que se sumergieron en el reality.
De hecho, hace unos días la ex panelista de LAM especificó qué tipo de relación la unía con Locho y argumentó: "No estamos saliendo. Pero podemos comer, mirar el programa, podemos charlar. Pero de ahí a salir es un montón. Seguimos el vínculo de amistad que teníamos adentro y que se generó adentro del hotel, ahora lo seguimos afuera".
Esa aclaración sobre la extensión de un feedback amoroso activó las averiguaciones, que se cristalizaron en la edición del lunes de LAM. En el ciclo de Ángel de Brito dispusieron de una fuente directa, de una testigo de lo que aconteció en el festejo de cumpleaños de Loccisano.
Matilda Blanco formó parte de esa reunión de varios de los concursantes de El Hotel de los Famosos, por eso el conductor de América la empujó a soltar datos íntimos. “Contame algo del cumpleaños de Locho, ¿que hicieron además de cantar contra Salwe?”, le inquirió Ángel.
Así la especialista en el mundo de la moda aportó detalles: “Bailamos un rato, nos sacamos fotos, charlamos con la madre de Locho, me saqué fotos con el perro de Locho”. Rápida de reflejos, Mónica Farro intervino con la pregutna del millón y expresó: “¿Qué onda Majo y Locho?”.
Así llegó la gran revelación de Matilda sobre lo que realmente ocurrió entre la panelista y Loccisano, lo que ratifica que el amor permanece latente, vivito y coleando, ya que aseguró: “Estaban a los besos”.
