A pesar de la enorme cantidad de años transcurridos, la caída de Ricky Maravilla en la mesa de Mirtha Legrand continúa vigente. Claro que en otro tipo de lenguaje, más vinculado con las redes sociales, pero sigue inmerso en el inconsciente colectivo.
La escena se remonta a 1990 y un almuerzo muy especial de la mítica conductora. Se trataba de una de las primeras ocasiones en la que se sentaban comensales bien populares, como Ricky y la Mona Giménez. Hasta ese momento, los invitados se vinculaban con otro tipo de target.
El cantante salteño se acercó a saludar a Mirtha, todavía en el espacio de la recepción, quiso sentarse en la banqueta y cayó desplomado al piso. Mientras, el artista cordobés lo ayudaba a incorporarse. Un tropiezo que despertó el interés y circuló hasta la actualidad por todos lados.
En la noche de este lunes, Ricky se apersonó a Los Mammones y en una charla muy entretenida corrió el velo, descubrió el misterio y reconoció que en ese desliz hubo una parte de planificación, una especie de premeditación.
En el contexto del repaso de la carrera, Jey Mammón trajo a colación el episodio tan remanido y le preguntó: “Ahí vemos cuando hace la caída, ¿son de verdad esas caídas?”. Lo que abrió las puertas a una primera intención de disimulo del músico: “Son de verdad, había una banqueta transparente y no se veía nada”.
No obstante, el conductor de América pinchó un poco más, hurgó en la honestidad de su invitado y llegó la gran revelación. Ricky Maravilla se animó a confesar el origen de esa caída: “Yo trato de ser espontáneo, por eso cuando me llamaron para ir a lo de Mirtha yo pensaba ‘de qué me disfrazo, qué hago’. Entonces me dije que tenía que salir adelante y que tenía que llamar la atención. Me tropecé, pude haberlo evitado, pero no lo evité y me caí”.
Con la sonrisa picarona como aliada, el cantante reconoció que ese blooper le posibilitó una enorme visibilidad: “Todos los canales de televisión levantaron eso. Nunca pudieron superar el rating de esa mesa”. Pillín.