La primera temporada de MasterChef no solo significó la consagración de Claudia Villafañe, también se tiñó por las dudas que provocó el desempeño “mágico” de Vicky Xipolitakis y sobre todo el enorme trabajo de edición para direccionar lo que se veía al aire.
Otra de las aristas se centró en Rocío Marengo, quien siempre lució con un perfil extraño, con los continuos paneos con lágrimas en los ojos o quejándose de los jurados o compañeros. La blonda describió en algunas ocasiones que no se sintió bien, pero con recaudo.
Todo eso quedó en el pasado, porque este domingo la mediática disparó con todo y se abalanzó a narrar con lujos de detalles su experiencia traumática. En la visita a la mesa de Mirtha Legrand denunció: “Acá no tenía forma de crecer o de avanzar. Ya me habían puesto ese personaje y lo que hacía ya tenía un fin”.
En esa confesión, Rocío disparó con munición pesada contra la producción: “ Yo siento que acá trabajé en una novela donde cómo yo soy no llegaba a la gente. Me dolió mucho y me costó darme cuenta que fue solo un laburo en una novela. Me afectó como persona”.
Y para terminar de rematar su inconformidad contra MasterChef, Marengo exclamó: “Yo terminé MasterChef Argentina y en todas mis entrevistas era una chica triste diciendo que se sentía vieja y que ya se retiraba del medio. Sentí que terminé una relación tóxica, como esas en las que te sentís fea, mal y oscura”.
Por si quedaban dudas, la rubia ratificó: “Me marcó mucho porque siento que no me lo merecía. No merecía una edición así y me sentí muy maltratada. Mostraron una Rocío que no era. Lloraba porque me decían barbaridades que después no salían al aire, no porque la comida no tenía sal o azúcar. Había mucha presión porque había llegado a la final en Chile”.
