En Gran Hermano se vive un límite que trasciende en la pantalla y lleva a que cada uno de los espectadores no se quieran perder ni un minuto de lo que pasa en la casa más famosa del país. Y entre los programas a donde se genera un debate, las opiniones cruzadas no tardaron en aparecer.
Un éxito de Telefe que analiza muy cerca el reality es A la Barbarossa, que entre Analía Franchín, Nancy Pazos y la misma Georgina, generan fuertes repercusiones entre sus comentarios. Pero el que salió a atacarlas de manera inesperada fue Santiago del Moro, quien tuvo frases muy picantes contra la conductora.
"Es muy difícil para los que hacemos Gran Hermano cuando se opina de GH sin verlo. Gran Hermano no es una competencia de valores ni de formas. Es un juego de convivencia", comenzó diciendo el presentador a la actriz.
Creyendo al principio que se trataba de una broma, la seriedad de Santiago no se iba. Redoblando la apuesta en sus declaraciones, y más por todo lo que se dijo de Furia, salió a defender a la participante y la producción de GH.
"Furia cuando hace todo ese acting que habla no me está faltando el respeto a mí ni a sus compañeros. Ella aprovecha lo que ella intuye que es el momento pico del programa donde hay más gente viéndola para bajarle una línea a la gente que la mantiene dentro de la casa. Dice a quién hay que votar, por qué está enojada. No más que eso", comentó Santiago.
DEL MORO LE PARÓ EL CARRO A GEORGINA BARBAROSSA
Aclarándole a Georgina que ellos, ya que están fuera de la casa, deberían hacer otro tipo de análisis y modificar su manera de pensar las cosas: "No es un juego de respeto ni a mí, ni a la gente, ni al público. El público elige quién se queda y quién se va y más allá de la falta de respeto de uno, de otro, los siguen bancando por algo".
Esta acalorada pelea hizo estallar el rating de A la Barbarossa, alcanzando los 6.3 puntos contra los 2.9 de su principal perseguidor, Qué Mañana. “Ellos no son ejemplo de nada. Ni están ahí para bajar una línea, ni un mensaje. No es un concurso de moral, ni de formas, ni de buenas costumbres. Es un juego de convivencia. La gente elige quién se queda y quién se va a su casa. No es mucho más que eso", agregó Santiago.
Y al finalizar dejó bien clara su postura: “Digo todo esto porque sino se desvirtúa la discusión de '¿cómo permiten eso?'. Son personas con virtudes, con defectos, cómo todos, con luces y sombras cómo todos. Por algo están ahí y por algo siguen estando".
