Después de nueve meses y una semana de su última salida al aire, la Chiquita regresó a La Noche de Mirtha. Bajo un estricto protocolo sanitario la Diva volvió a ocupar el lugar que por derecho le corresponde: su mesaza.
Su silla la ocupó todo este tiempo su nieta, Juana Viale, quien supo conquistar a los argentinos con su gran conducción. Incluso tras el regreso de su abuela fue ella misma la que se deshizo en elogios por el tremendo trabajo que realizó.
Pero no todo fue color de rosas para la hija de Marcela Tinayre. Juana tuvo que soportar varias críticas en el proceso. Muchas veces quebró en llanto y se entristeció. Así se lo contó al diario Clarín en una nota que dio recientemente.
"Las críticas que recibí este año me dolieron mucho. Me dijeron golpista, gorila. Y no soy ni golpista ni gorila. Me afectaron, claro... ¡Yo lloraba! Después, decía: 'Esto no puede ser. Hay que darle una vuelta de tuerca para mí y para mi sensibilidad. La gente no puede decir cualquier cosa que se le cruza por la cabeza”, explicó Juana.
Viale agregó que aún desconoce si todo lo que tuvo que atravesar la hizo más fuerte, pero si está segura de haber armado “un buen escudo, ese cuero de chancho que uno va adquiriendo. Me pasó más que nada en los primeros meses porque yo era muy nueva. Después pensé: 'A mi abuela le han dicho todas las palabras del diccionario y las que no existen también. Y ella siempre estoica'”.
