Tras la operación, Susana Giménez recibió el alta y habló con Paparazzi: «Salió todo bien, estoy medio dormida» – Revista Paparazzi

Tras la operación, Susana Giménez recibió el alta y habló con Paparazzi: "Salió todo bien, estoy medio dormida"

¡Exclusivo! En la puerta de la clínica donde fue intervenida, la diva nos contó cómo se sentía. ¡El testimonio esperado!
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¿Cómo saludará, los próximos días, Susana Giménez? Beso no se puede dar, por el coronavirus. Apretón de manos tampoco y por el mismo motivo. El famoso "codito con codito" tan recomendado por los médicos será, al menos para ella, imposible: este mediodía fue operada del codo por los intensos e insoportables dolores que le dejó el accidente casero que sufrió en Punta del Este. A la salida, ya dada de alta y aún anestesiada, habló con Paparazzi.

Septiembre empezó como si no fuera el mes de la primavera: frío, gris, ventoso, desapacible. Climáticamente adverso. Del sol, el verde y las temperaturas cálidas, ni jota. Al menos en el famoso Amba, el ámbito metropolitano, "está horrible", como dice la calle. Agobiada por el dolor, Susana desafío a las marcas térmicas para ponerse en las manos del doctor Druetto, su traumatólogo "de confianza".

Susana se luxó el codo en Punta del Este. El tratamiento con analgésicos que le dieron en Uruguay no le resolvió el problema. La intervino el doctor Druetto. Ahora, la aguarda una larga recuperación.

Después de echar maldiciones a la perra Rita -causante del incidente en Uruguay, donde la diva fue a pasar parte de la cuarentena- y de someterse a las "manos mágicas" del reconocido especialista en huesos, Susana fue dada de alta.

En la puerta del centro asistencial, dentro de su imponente Mercedes Benz gris, detuvo su marcha con amabilidad y diálogo con el periodismo: Paparazzi, con la infatigable cámara callejera de Carlos González, fue el único medio digital.

"Hola chicos, buenas tardes" dijo Susana desde el interior de su vehículo. Vestía de negro, elegante hasta para una circunstancia de este tipo. Obviamente, tenía uno de sus brazos inmovilizado. El otro lo podía mover, pero no de modo muy natural: estaba, aún, bajo los efectos de la anestesia.

"Estoy bien, por suerte la operación salió bien, pero todavía estoy anestesiada y medio dormida. Les mando un beso y gracias por preocuparse por mi salud", dijo Susana, amable a pesar de las molestias que suponen las horas que siguen a una cirugía, aunque sea menor.

ESTA ES LA PERRA QUE HABRIA CAUSADO LA CAIDA DE SUSANA.

Así como había frenado, el auto aceleró un poquito y se perdió en la inmensidad de las avenidas porteñas. Susana ya está en su mansión de Barrio Parque. La espera un largo proceso de rehabilitación. ¿Cómo va a saludar durante esos meses? La pista la dio en ese mismo momento: con palabras. "Chau, gracias" dijo antes de irse. ¡Ojalá se recupere!

IMAGENES Y NOTA: CARLOS GONZALEZ

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