Ya culminó la cuenta regresiva y los minutos se convirtieron en un enemigo para Vicky Xipolitakis. Todo el problema enorme que se le presentó en su camino respecto al departamento que habita en Recoleta ya se transformó en un ultimátum y un calvario.
El dueño de la propiedad ejecutará el pedido de desalojo ante el vencimiento del contrato de alquiler, que se produjo este jueves, fundamentado en que se acumularon onerosas deudas por incumplimiento de pago. Una situación que la Griega explicó mil veces no podía afrontar y que debía subsanar su exmarido Javier Naselli.
Más allá de las razones de Vicky, de lo loable de su exigencia, el pasivo existe y alcanzó a una cifra muy importante, que se estima supera largamente los 600 mil pesos. A raíz de toda esta situación, ahora el foco se centra en dónde vivirá Xipolitakis y cómo solucionará este tremendo inconveniente de abandonar el hogar en el que cría a su pequeño hijo Salvador.
Atento a la magnitud de la problemática, los medios montaron guardia en las inmediaciones del departamento y América consiguió charlar, brevemente, con la mediática, que corrió de la puerta del edificio hasta un auto que la esperaba, además del toque adverso que le aportó la lluvia.
Intrusos intentó de todas maneras conseguir una declaración, pero Vicky repitió una y mil veces: “No hay ninguna novedad”. Claro que no terminó nunca de especificar si ya se está mudando o si encontró alguna manera de subsanar la deuda económica con el dueño del departamento.
Xipolitakis escapó raudamente de ese encuentro con las cámaras y no brindó ninguna información. Habrá que esperar las próximas horas la resolución de esta encrucijada.
