Wanda Nara presentó su línea de cosméticos con un evento "premium" en el distinguido Abasto Shopping. Más allá del glamour y de la promocionada efectividad de los productos, no hubo forma de "maquillar" la bronca de algunos asistentes, invitados y periodistas por un "detallecito" que le valió cargadas, burlas, memes y el indeseado mote de "miserable": el catering no tuvo ninguna relación con lo que pretendió ser una jornada top.
Como si se presentara una estrella del rock a dar un concierto, un escritor a firmar libros o una celebridad del cine a sacarse fotos con sus fanáticos, el lugar se lleno de gente que quería ver a la ex vedette y manifestarle su apoyo después del llamado Wandagate, el escándalo de infidelidades que la puso en la vereda de enfrente de la China Suárez, que esta semana también tuvo su evento pero lo transcurrió en la más absoluta de las soledades. Ni sus amigas fueron.
A medida que transcurrió el ágape, en el que Wanda brindó una conferencia de prensa en la que pidió no hablar del affaire de su marido con la ex de Benjamín Vicuña, empezaron a llegar las fotos de las distintas mesas donde estaba "el refrigerio" que se les brindaba a los "invitados especiales": colegas, conocidos, algún que otro famoso y la prensa convocada para darle cobertura al lanzamiento.
Aunque las cosas se veían bastante sabrosas y tentadoras para cualquier paladar con un poco de hambre (eran las seis de la tarde, más o menos, un momento del día en el que empieza a "picar un poco el buche"), las imágenes no parecían salidas del cuento de hadas que muestra Wanda sobre su vida. Del lujo asiático de sus vacaciones en Dubai, de las paradisíacas islas de Maldivas que visita cada tanto, o del estilo inconfundible de la París en la que vive o de la Milán que tanto añoran ella y su hijo Valentino, ni rastros.
Una mesa con un mantel simplón, platos de plástico negro, un puñado de botellas de plástico, vasos del mismo material, y un "menú" atractivo para cualquier mortal pero para nada "5 estrellas" (Saladitos, canapé, sanguchitos de miga, fosforitos, masitas, alfajorcitos de maizena, agua mineral sin gas, gaseosa) conformaron una recepción que se llevó muchas más criticas que elogios de los asistentes, críticas que se fueron multiplicando en las redes a partir de que empezaron a verse las imágenes.
Primero fue Augusto Tartufoli, el popular Tartu, quien subió una captura a su cuenta de twitter y escribió "El catering de Wanda: 3 sanguches de miga literal". Rápidamente, la gente se dividió entre aquellos que se sumaron a las críticas y los que acusaron a los periodistas de ser "muertos de hambre que se matan por una galletita de regalo". Más tarde, Angel de Brito fue mucho más irónico todavía: "El catering de Wanda es el catering PSG: pepas, sanguches y gaseosas". Y sí, a lo Icardi: golazo de Angelito.
