Zaira Nara dejó todo en Argentina y se cruzó el Atlántico para vivir una travesía extensa por Europa. En todo ese raid, la modelo se instaló en la casa de Wanda Nara y Mauro Icardi, para generar una convivencia picante que parece que generó rispideces.
La esposa de Jakob Von Plessen aterrizó en el Viejo Continente para reencontrarse con su hermana y su madre Nora Colossimo. Tras unos días de familia, la morocha armó una escapada romántica con su pareja a Grecia, donde disfrutaron de las beldades de una isla paradisíaca.
Una vez que terminó ese periodo de reconciliación matrimonial, Zaira direccionó su rumbo otra vez para París y se sumergió de lleno en la mansión de Wanda y Mauro. Así, transita por días de mucha actividad de las hermanas, que disfrutan a pleno de este periodo.
Motivadas por el glamour, por saltar a las callecitas de la capital francesa, las Nara armaron una salida despampanante, para la cual se prestaron a las manos de Kenny Palacios, que las maquilló y peinó para aportarles un look despampanante.
En ese aventura por la vida nocturna, Wanda prendió el celular en la limusina que trasladaba a toda la comitiva y captó a Mauro con un lenguaje corporal de cansancio, de cierto hastío por estar rodeado por todas las mujeres del clan Nara.
Y como si fuese poco, la mediática dejó en claro que lo siente su marido en estos días: "Mi familia, ¡tan lindos! Y Mauro tan feliz de que estén acá, se quiere matar". Un registro poderoso, que dejó mal parado al futbolista.