En la tranquilidad, entorno natural y seguridad absoluta de un barrio cerrado, así pasa sus días Rocío Oliva. La blonda disfruta de una tremenda casona de dos pisos, enorme extensión, decoración de vanguardia, en la zona oeste del conurbano, más precisamente en Bella Vista.
En ese espacio exclusivo, que consiguió como fruto de un regalo de Diego Maradona hace más de cinco años, la futbolista dispone de todas las comodidades imaginadas. En esa propiedad recibe con mucha asiduidad a su hermano adolescente Luciano y a su nueva pareja.
"Aunque sea lunes hay que entrenar, da fiaca, pero se puede", contó Rocío.
En esa chimenea espectacular, de un living espacioso, surgió la primera imagen de su romance. De ese hombre que la conquistó y la llenó de esperanzas para apostar por el amor nuevamente.
Dentro de todos los lujos de la casa, Rocío armó un gimnasio exclusivo para ella sola. Un ambiente grande, que equipó con implementos de altísima calidad, como esa cinta para correr importada.
Oliva se puso espejos, banco profesional para levantar pesas, una variadisima gama de pesas rusas, cajones, colchonetas y hasta un punching ball de boxeo. Todo pero absolutamente todo lo necesario. Así la rubia puede desarrollar sus rutinas diarias para mantenerse espléndida.
Rocío acepta las sugerencias de sus seguidores de Instagram, por eso suele compartir varias de sus rutinas, con el objetivo de aportar un granito de arena para aquellos que quieren mejorar su físico.
Así, el lunes posteó un videíto en sus historias para motivar a sus fanáticos en el que dijo: “Estamos entrenando, recién terminé de hacer la cinta, unos diez minutos pero a velocidad 14. Así que estamos a full, aunque sea lunes. A entrenar, da fiaca, pero finalmente se puede”.
