Hace muy poco, apenas un mes, Cristina Pérez confirmó que su corazón y su cama están “ocupados” por un nuevo amor. Se trata del abogado y diputado de Juntos por el cambio, Luis Petri, con quien ya se dejan ver en público sin problemas, a los besos y abrazos.
Pero parece que este “blanqueo” de romance entusiasma tanto a Cristina, que no quiere dejar pasar toda oportunidad de expresar (y exponer) cuánto ama a su novio, por todas las vías posibles. Y fue este ímpetu de la periodista, justamente, lo que hizo ruido en Twitter, donde la gente, se sabe, es muy mala y comenta… ¡pestes!
¿Qué pasó ahora? Pues la buena de Pérez, chochísima con la entrevista de tapa que protagonizó para La Nación Revista (que incluyó una mega producción de fotos con vestido de gala, cambio de vestuario y todo, en la que salió espléndida), aprovechó la difusión de la nota en su cuenta twittera para mandarle un pícaro guiño a Petri.
“Ya que estamos, a esta foto se la dedico a mi amor, Luis Petri”, escribió la conductora de Telefe Noticias, ciega de amor, tal vez sin medir en lo que se estaba metiendo. “Gracias, mi amor, por la foto. Divina y excelente entrevista”, le respondió su Romeo, encantado con la foto sexy.
Sin embargo, buena parte de la comunidad twittera vio en este gesto amoroso un bochorno y una total desubicación fuera de registro, de parte de los dos. “¿Hace falta esto por las redes? Gente grande y con grandes responsabilidades”, “Esto realmente me resulta desubicado”, “Sos periodista y de las buenas. ¿Hay necesidad?”, gritaron unos.
“Como diputado te aplaudo y lamento que te hayan dejado afuera. Esto realmente me suena a desubicado”, “En las redes? ¿No será mejor en privado y a solas? ¿O es necesario el público?", “Evidentemente, hay una carencia grande que necesitan cubrir con likes. ¡Mandale un wsp, reina!”, fueron otros comentarios que la parejita recibió.
¿Y ellos? Bien gracias, “que digan lo que quieran”, hicieron caso omiso a las críticas y se quedaron con los mensajes de apoyo y buena onda de los usuarios que apoyaron esta actitud espontánea de Pérez, a favor de la demostración amorosa, sea donde sea.
