Justo a ella, la contorsionista más conocida del país, las vueltas de la vida le depararon un par de carambolas que terminaron siendo muy favorables. En agosto del año pasado, las informaciones daban cuenta del drama que atravesaba la ex Showmatch Belén Pouchán por haber quedado varada en Dubai en plena cuarentena. Hoy se afirmó allí y hasta encontró el amor.
Hace menos de un año, las noticias eran acuciantes. Belén había viajado al emirato tentada por una oferta de trabajo, pero el final de aquel contrato coincidió con las medidas restrictivas para frenar el covid. Entonces, no pudo salir del paraíso asiático ni tampoco buscar un nuevo empleo. El problema se agravó cuando los ahorros se fueron terminando y en el lugar donde vivía le pidieron que se fuera si no podía pagar el alquiler.
Las fotos y los videos que ella colgó en sus distintas redes sociales multiplicaron aquel dramatismo: Pouchán dormía en el aeropuerto a la espera de que una decisión que le permitiera volver a la Argentina. Para peor, estaba sola. Su situación, apenas 9 meses atrás, se había vuelto desesperante.
Pero dicen que Dios aprieta pero no ahorca, una máxima que parece valer para todo el mundo, no sólo para estas latitudes. Y a Belén le empezaron a llegar las buenas nuevas. Las muecas de preocupación se fueron disipando y su cara reflejó un gesto mucho más sereno y feliz que el de aquellos días difíciles. Una nueva propuesta laboral, que le llegó en el peor momento de su crisis, le permitió levantar cabeza. "El que consigue un trabajo en Dubai se las arregla para vivir muy bien" cuentan los que conocen aquel mundo tan lejano al nuestro. Belén empezó a comprobarlo rápidamente.
Otra vez en el ruedo, Belén empezó a relacionarse de nuevo con mucha gente. Y allí comenzó una relación con otro argentino, llamado Tomás Alonso, que está afincado allí hace seis años y encabeza un exitoso emprendimiento que vende ropa para niños allí y en otros destinos del mundo árabe, donde los "petrodolares" hacen y deshacen a su antojo. Juntos, por ejemplo, se fueron a las Islas Seychelles, un paraíso natural al que en épocas sin covid iban millonarios de todo el mundo.
"Vine para ver tiburones y al final no aparecieron, pero miren el sireno que me encontré. Al final tuve suerte, y no hay mal que por bien no venga", escribió en sus redes sociales. Otra vez, las vueltas de la vida habían jugado para ella. Y la estrella de Belén brilla más que nunca.