Los detalles ocultos de la separación de Maximiliano Guerra – Revista Paparazzi

Los detalles ocultos de la separación de Maximiliano Guerra

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Bastará con mirarlo fijo para comprobar que Maximiliano Guerra (57) es dueño de una fuerte personalidad. Su perfil individual parecería fusionar convicción, talento y frontalidad. Un combo que con frecuencia también suele reflejar en el plano artístico cuando debe lucirse sobre un escenario ante los ojos del público, o en el terreno mediático si debe salir a confrontar en caso de considerarlo necesario.

Por eso tal vez su arremetida de los últimos días contra Marcelo Tinelli no haya resultado un acontecimiento llamativo. Al margen de transitar su carrera lejos del ruido, evitando frases altisonantes y esquivando la tentación de canalizar insistentemente su trabajo a través de los medios, está claro que el bailarín no tiene pelos en la lengua. Y que no teme si tiene que marcarles la cancha a los poderosos saliendo en defensa de los más débiles.

El tema es que a veces ese desenfreno por hacer justicia se sustenta más en el impulso y en el deber solidario que en la objetividad. Los riesgos que se corren son altos y podrían conducir a un amargo aumento de la exposición. El contexto fueron las redes sociales. La primera piedra fue lanzada por Maximiliano, quien acusó a la producción del Súper Bailando de no cumplir con lo prometido a una escuela de Corrientes.

“Virasoro: escuela espera hace 5 años que lleguen materiales que ganaron en Bailando por un sueño. Su directora, Teresita Ubert, dijo que `estamos decepcionados con Tinelli y Hernán Piquín. Ellos son las caras visibles, no sé por qué no se dio de traer las cosas aquí’”, escribió Guerra en su cuenta personal de Twitter. Su arremetida no se detuvo ahí, pues también afirmó que el certamen de Showmatch, según su opinión, “fue, es y será una mentira”.

Tinelli, previsiblemente, leyó los comentarios del bailarín y rápidamente dio a conocer su versión. “Esta ayuda la prometió a título personal Hernán Piquín, y como por motivos de traslado no se realizó, se informó en forma errónea que la producción de nuestro programa había incumplido”, fue la respuesta del animador, aclarando las cosas pero sin ánimo de llevar adelante una desmentida con términos virulentos.

“Todos los sueños que ganaron se han cumplido siempre”, agregó posteriormente, especificando que en el caso citado por Guerra el sueño quedó a mitad de camino en la competencia. ¿Cómo reaccionó Maximiliano? Con una retractación: “Quiero retractar mis dichos sobre Bailando por un sueño. Estuve hablando con Tinelli y me aclaró que este sueño no fue ganador, por eso no recibió las donaciones la escuela 16 de Virasoro. Mis disculpas a la producción y a MT”.

¿Asunto terminado? Parecería que sí. Ahora bien: la sensación es que Maximiliano no está pasando por su mejor momento anímico, pues luego de este enfrentamiento “tuitero” con Tinelli, se supo que su relación de doce años con Patricia Baca Urquiza llegó a su fin. Sí, entendió bien: se separaron.

Se habían casado en 2007 y se rumorea que venían tratando de sostener el matrimonio, que tambaleaba desde 2017. A juzgar por su final, no lo han logrado, ya que se acaba de confirmar que se divorciaron. Tuvieron dos hijas, Azul y Zoe, pero el amor dijo basta. Ambos decidieron tomar su camino para darse libertad y privilegiar sobre todo la frontalidad.

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