No estaba en el radar de nadie. Intempestivamente, Mauro Icardi surcó los aires, dejó los compromisos laborales con el club turco y cayó de sorpresa en el mega edificio en el que reside Wanda Nara en Núñez. Un intento desesperado por frenar el divorcio, que relató al detalle Ángel de Brito en LAM.
Este viaje del futbolista causó una conmoción, por la magnitud de la ruptura de ese matrimonio tan mediático. El conductor de América hizo gala de sus averiguaciones y aportó más pormenores de todo lo que aconteció el fin de semana entre la blonda y el delantero.
“El sábado por la mañana llegó de sorpresa Mauro Icardi, fue al edificio, Wanda no lo dejó entrar”, arrancó el periodista. Así narró el problema que afrontó el futbolista en el hall: “Tiene prohibida la entrada al edificio. Fue vestido todo de negro, fue con un carrion y con gortita, discutió con los de seguiridad y no lo dejaron ingresar porque la dueña es Wanda, estaba la orden expresa de que no entre”.
Claro que finalmente parece que Nara aflojó al pedido de su ex y así se cristalizó un cara a cara. “ Finalmente lo dejó entrar, estuvieron hablando horas. Hablé con los protagonistas por eso sé estos detalles. A pesar de la charla, Wanda ya envió a Italia formalmente el pedido de separación”, expilcó.
En cuanto al encadenamiento de esa tensa conversación de la ex pareja y la postura negacionista de Icardi, Ángel añadió: “El vino a tratar de impedir esto, no se quiere separar, ella dice que ya está, que ya fue, que es una decisión de ella. Mauro no lo acepta, intentó, charlaron un rato”.
E incluso el conductor narró la determinación que ejecutó Wanda sobre esa noche para no compartir la cama con su ex marido. “Lo dejó en el departamento y se fue a su casa en un country. Wanda le pidió a Ana Rosenfeld que vaya porque necesitaba un testigo, no se para qué, no es el dinero el problema”.
