El desahogo resonó fortísimo en el estadio qatarí, esa boca llena de gol de Lionel Messi cambió el semblante de todo un país y arrojó tranquilidad y entusiasmo. La Selección Argentina eludió el abismo y continúa con vida en la Copa del Mundo, donde Antonela Roccuzzo se destaca como la fanática más admirada.
La esposa del crack argentino dejó atrás la bella ciudad de París y se cruzó el mundo con sus tres pequeños a cuestas, Thiago, Mateo y Ciro, para alentar a su marido y al combinando nacional. Así se la ve en sus redes sociales, contenta y feliz.
Dentro de las actividades personales, mientras Lionel descansa recluido en la concentración del equipo de Lionel Scaloni en la Universidad de Qatar, la rosarina ya ha exhibido una pasión por visitar las playas, el mar y retozar en las arenas bajo el sol.
Claro que para entretener a sus pequeños y aprovechar el contexto natural de Doha, además de todos los avances tecnológicos, Antonela planificó una salida impresionante, de esas que quedan para siempre en la memoria porque se trata de un episodio muy distintivo.
En definitiva, Roccuzzo contrató un exclusivo transporte para trasladar a los niños y visitar el desierto qatarí. Una expedición al medio de ese océano de dunas y altas temperaturas. De esta manera, la morocha subió varias fotos a sus perfiles oficiales.
Con las imágenes se percibe la tranquilidad del lugar y la algarabía de los niños por correr entre la arena, así como el disfrute por el silencio y la inmensidad de Antonela, que luce muy contemplativa en una de esas instantáneas, con la mirada clavada en el horizonte.
