Alegre, talentosa, simpática. Cande Vetrano afronta un presente laboral disímil a su carrera, dado que compone el staff de famosos de la segunda temporada de MasterChef. Lejos de sentirse en un patio ajeno, la actriz la rompe con su personalidad.
La protagonista de decenas de éxitos televisivos, y fílmicos, genera un puente con el público con los rasgos de su semblante, que se vinculan con un registro muy tranquilo, liso, cristalino y con reacciones muy graciosas a los desafíos y la tensión.
Esta visibilidad de su temperamento invita a posar la mirada en su cotidianidad y en ese eje se destaca su casa. La artista suele generar una buena cantidad de contenido en sus redes sociales, donde su día a día toma protagonismo.
A partir de lo que postea en sus perfiles, se denota que Cande vive en un dúplex muy luminoso y espacioso, donde la madera es la vedette, así como el contacto con la naturaleza, por lo que podría considerarse que reside en zona norte, en esos barrios que eligen muchos famosos, más vinculados a lo natural.
En cuanto a las características del hogar, Vetrano eligió una decoración muy personal, que emana un lazo con sus gustos modernos, a partir de su joven edad de 29 años. De esta manera, las aberturas con el exterior toman mucha fuerza.
Otra de las particularidades se centra en la elección de la madera para los pisos y para los techos. Para lo cual optó por combinar sus muebles en esa línea, livianos, claros. En ese comedor la mesa, también de madera, tiene sillas Wishbone laqueadas en color blanco roto con almohadones con estampa botánica.
La claridad reina en todos los ambientes, que destacan con la elección del blanco en todas las paredes. Para ornamentar sobrevuelan millones de plantas, como cactus o potus para aportarle un toque en el interior.
El diseño industrial, más personalizado y lejos de lo construido en serie, pulula por doquier en la casa de Cande. De ese modo, las lámparas de pie o luminarias sobre la mesa.
En sintonía con otras jóvenes famosas, como Flor Vigna, los espacios prevalecen sobre los muebles, para fomentar la liviandad. Por eso abundan percheros, con prendas colgadas, al igual que los utensillos de cocina al descubierto.
En la planta alta se ubican los dormitorios y en ese ambiente íntimo, Cande eligió espejos en el placard, acolchados de plumas y mucho blanco, con un aparador de televisión muy moderno.
