Bettina Ferriols tiene 18 años y hace unos meses dio a conocer, con mucho miedo y angustia, la trama de terror que se tejía en la casa que compartía con su hermana Noelia al denunciar que su padre, Alberto Ferriols, la había amenazado con un arma y echado de su hogar.
En ese momento, las denuncias de maltrato de Bettina fueron desestimadas por Noelia, que siempre se mantuvo del lado del cirujano. La mayor incluso se sumó al comunicado de Ferriols a la prensa en el que aseguraban que nada de eso había pasado. Día a día, la grieta entre las dos se fue agrandando.
Bettina encontró apoyo en el hermano de Beatriz Salomón y su esposa, declaró ante un juez y, tras sus dichos, Ferriols fue allanado. En su domicilio encontraron un arsenal de guerra y el hombre terminó detenido en su casa.
Y ahora, que la chica inició una querella contra su padre, tuvo que dejar el hogar de sus tíos y volver a Recoleta. “Debió volver a la casa que era de su mamá y en la que también vive su hermana Noelia porque está a derecho, y si se va, sería como un abandono del hogar”, contó Andrea Taboada en LAM.
La angelita detalló el drama que vive puertas adentro: “Bettina no la está pasando bien. Sé que pidió que se respete la medida perimetral para que Ferriols no se le acerque. Además, me cuentan que su hermana le cortó el servicio de Internet”.
Pero hay más: “Ella tuvo que cambiar la cerradura de su cuarto para que no se metieran cuando estaba descansando. Prefiere no tener contacto ni con Blanca, que es la señora que la cuidó siempre, ni con su hermana".
Por otra parte, la panelista, que habló con César Carozza y Jazmín Irurzún, los abogados que representan a Bettina, dijo que Ferriols accedió a pasarle un dinero para sus gastos diarios, al margen de la cuota alimentaria. "Como no tiene trabajo formal y está terminando el colegio secundario, es obligación del padre mantenerla", cerró.
