El tiempo puede convertirse en un aliado para sanar viejas heridas, para cerrar capítulos inconclusos. En el caso de la separación de Mariano Martínez y Camila Cavallo, el periodo que se acumuló tras el punto final actuó como un salvoconducto para la reflexión.
La modelo y el actor tomaron la determinación de concluir su historia de amor allá por principios del 2020, aunque la cuarentena más estricta los encontró bajo el mismo techo, lo que construyó un lapso peculiar, en el que se vieron forzados a compartir el hogar a pesar de la decisión de terminar su noviazgo.
Una de las incógnitas de esta ruptura se centró en los argumentos, en los factores que tallaron en la balanza de los corazones de Mariano y Camila para subirse a la compleja empresa de cerrar una pareja, sobre todo con la pequeña Alma de apenas tres años.
Finalmente, Cavallo se animó a confesar algunas infidencias del lazo con el actor y narró con mucha madurez el devenir del vínculo amoroso. Así, la morocha contó con todas las letras la verdadera razón que la impulsó a culminar la pareja con Mariano.
En un diálogo con Revista Gente, Camila especificó los motivos de esa ruptura: “Nos fuimos conociendo, pero empezamos a tener diferencias y se fue desgastando la relación”. Hasta que añadió una descripción más sustanciosa al aseverar: Nos peleábamos y, poco a poco, nos fuimos alejando”.
En pos de clarificar que transitó por etapas felices con Martínez, la modelo exteriorizó: “Teníamos momentos en los que estábamos bien y momentos que no tanto. Los dos nos dimos cuenta de que no nos llevábamos bien”.
