Luego de que Wanda Nara revelara que había logrado perdonar a su marido Mauro Icardi, y que a pesar de que ambos habían firmado los papeles del divorcio dejaron de lado sus diferencias para apostar nuevamente por su amor, parecía ser que el escándalo titulado Wandagate había llegado a su fin.
Sin embargo, cada día se sigue sumando un nuevo capítulo a esta historia que tiene como protagonistas a la empresaria y al futbolista, y que involucró a la China Suárez, señalada como la tercera en discordia por haber mantenido chats subidos de tono con el deportista, mientras él estaba en crisis con su pareja, pero ninguno lo confesaba públicamente.
Cabe recordar, que la actriz estuvo instalada durante dos meses en el Viejo Continente, más precisamente en Madrid, para llevar a cabo el rodaje de una película que la tendrá como protagonista, y fue mientras estaba en España en donde se desató el conflicto que la sigue poniendo bajo el foco de atención.
Pero tras este escándalo internacional y luego de que sus jornadas de grabación se culminaran, Eugenia regresó a Argentina de la mano de sus tres hijos -Rufina, fruto de su pasada relación con Nicolás Cabré y Magnolia y Amancio de su vínculo con Benjamín Vicuña- y eligió mostrarse totalmente camuflada al salir del aeropuerto para evitar a la prensa, quien de todas maneras la estaba aguardado en el estacionamiento.
Así fue como la China arribó a Ezeiza vestida con un trajecito de pantalón y chaleco azul oscuro, el barbijo negro y una gorra con visera de color beige, además de estar acompañada por un colaborador que le empujaba el extenso carrito con innumerable cantidad de valijas y bolsos.
De todas maneras, antes de salir, la actriz pidió poder abandonar el aeropuerto por una salida menos concurrida, pero las autoridades la obligaron a dejar el recinto por la puerta principal, lugar en donde estaban los micrófonos esperándola.
Sin embargo, se negó a dar declaraciones y eligió que sus hijos salieran por separado, acompañados por amistades de la familia que llegaron a una gran combi, en donde además estaban las niñeras, para hacer más rápido el regreso a casa.
