Un accidente doméstico, apenas un descuido de esos que suceden habitualmente en todos los hogares. Una circunstancia cotidiana que sumió a la hija de Amalia Granata en una secuela dolorosa, muy compleja, que la complicó notoriamente.
La joven Uma, de apenas catorce años, sufrió un percance durante la cocción de un caramelo, en plena época de la cuarentena, que se caracterizó por el derrame de la sustancia viscosa ardiente en su brazo izquierdo. Todo esto le provocó una quemadura impresionante, por la que tuvo que ser internada rápidamente.
En una primera instancia, los profesionales de la salud atendieron con éxito la problemática, no obstante con el transcurso del tiempo se le formó un queloide en la cicatriz a un límite que le recomendaron volver a sumergirse en un quirófano.
La segunda ocasión en la que la hija del Ogro Fabbiani se zambulló en las manos de los cirujanos originó una angustia mayúscula en Amalia. La diputada provincial filmó a su pequeña a los minutos de finalizada la operación y se la escucha decirle: “Esta adolescente, ay Dios lo que me hace pasar esta piba”.
En ese diálogo extraño, con Uma tendida y con el rostro cubierto, Granata exteriorizó: “¿Estás viva? Haceme una seña con el brazo. No te aguanto, sabelo”. Esa pizca de humor y de complicidad permitió dilucidar que todo resultó exitosamente.
Tras ese episodio que despertó la lógica sensación de preocupación, la adolescente ya se retiró del nosocomio a la casa familiar. En cuanto a las emociones que transitó, Amalia describió, en diálogo con Radio Mitre: “Es una operación simple, a la media hora tenía el alta, pero cuando ves a tu hija que entra al quirófano, es tremendo. De todas maneras, lo más importante es que salió todo bien”.
