La alegría de Mirtha Legrand por haber completado el cronograma de la vacuna contra el coronavirus se vio trastocada, en las últimas horas, por la dolorosa noticia de la muerte de una de sus colaboradoras de toda la vida.
Lía Sánchez, quien era la peinadora oficial de Mirtha desde hace una punta de años, falleció ayer después de presentarle una larga batalla a una cruel enfermedad. Cuando lo supo, la diva quedó muy consternada.
Mirtha mantiene una estrecho vínculo con quienes trabajan con ella, empleados que llegan a los 20 o a los 25 años de antigüedad ocupándose de sus cosas, de su estética y de todas sus necesidades. Las escucha, las atiende, las ayuda. También les habla y es escuchada, por supuesto.
En ese sentido, la reina madre de la televisión argentina -que cuando complete la inmunización contra el covid, en tres semanas, intentará ir volviendo de a poco a la conducción de su programa- estaba muy al tanto del tratamiento que seguía Lía. La salud de Sánchez se fue deteriorando en los últimos días, y ayer falleció.
En las últimas horas, una noticia había alegrado tanto a la conductora como a su círculo íntimo y a todos sus fanáticos, que se cuentan de a miles: a Mirtha la convocaron para darse la segunda dosis de la Sputnik V, lo que le permitió completar la protección contra el coronavirus, que azota al mundo con una segunda ola implacable.
Legrand había anunciado que no volvería a la televisión hasta tanto no le aplicaran las dos vacunas contra el Covid, lo que puede representar otro conflicto. En este caso con el canal, que parece preferir la continuidad de Juana Viale al frente de las comilonas con mas historia de la tele.
