La mesa más famosa de la televisión regresó con una temporada más, otra vuelta de ese ciclo mitológico. La expectativa se centraba en el retorno de Mirtha Legrand, a partir de la enorme promoción del canal con esa figura, pero no sucedió.
La diva no se apersonó por el cuidado con el coronavirus, dado que recién recibió la primera dosis de la vacuna y prefiere evitar correr riesgos. De esa manera, Juana Viale quedó al frente, pero lo llamativo se posó en la ausencia total de su abuela, que ni siquiera salió al aire vía telefónica.
Esto despertó debate en los programas, así como se tornó en otro factor la renovación total de la escenografía. Muchas voces consideraron que no respeta la tradicional puesta y que probablemente Mirtha no habría dado el visto bueno.
Incluso, algunos se animaron a asegurar que Legrand sintió un fuerte rechazo a todo y que percibía una falta de tacto a su figura, como una especie de destrato. Por eso se aguardaba un descargo de Juanita, para que explicara qué sucedió realmente.
La hija de Marcela Tinayre bramó el domingo: “Me encantan los chismes mal contados. Estaba muy feliz, que la escenografía era muy luminosa. Re fan de su nieta, muy buenas críticas de mi abuela”.
A pesar del intento de desactivar las polémicas de Juanita, en Intrusos fueron directo a la fuente y charlaron con Legrand. El ciclo de América exhibió un chat con la diva, en el que se percibe un descontento.
Ahí se lee la pregunta de Pallares: "¿La escenografía no le pareció algo incómoda con esa escalera y el piso de madera?”. La Chiqui soltó su opinión del decorado en contraposición de lo que declaró Juanita y dijo: "Sí, lo hablé con Nacho y me dijo que lo iban a solucionar".
Ante la consulta sobre lo que considera el público, que el ciclo es de Mirtha y no de Viale, la diva respondió: “No me ponga en compromiso. Yo la encontré adorable y ya tomará el ritmo del año pasado”.
