Coti Romero volvió a Gran Hermano hace una semana y un poco más. Además de generar un gran enfrentamiento con Furia, también logró hacer un amigo. La correntina conectó rápidamente con Darío, con quien charla todas las mañanas y le revela sus mayores secretos.
La charla comenzó con la salida del sol y el regreso del buen tiempo. "Justamente el martes o miércoles fue el último día que hubo sol. O sea, el jueves empezó a llover. El miércoles había sol, yo estaba jugando afuera con los chicos. Se necesita la vitamina D", expresó la ex participante del Bailando.
A lo que el trabajador del rubro automotor consultó: "¿Vos tomás color? ¿Te ponés colorada? Porque sos muy blanca". Y la ex del Conejo afirmó con ironía: "Gracias por decirme eso. No tiene nada de malo ser blanco". El oriundo de La Plata retrucó: "Solo te estoy preguntando, no te dije si era bueno o malo".
Luego, la rubia le preguntó lo mismo, si él tomaba color. Darío le respondío con un tono desganado que sí. A todo esto, Coti le dijo: "No tenés que estar harto de la vida. Tenés que estar feliz". Martínez Corti contestó: "No estoy harto de la vida, sino no estaría acá. Tengo que estar muy feliz para estar acá y también con el bocho desornado".
LA INQUIETUD QUE COTI LE COMPARTIÓ A DARÍO
A diferencia de su compañero, Romero confesó que está preocupada por su futuro: "Igual a mí me pasa afuera es que no sé qué quiero de mi vida. Pero cuando estoy acá, extraño eso. De verdad te digo, no sé qué quiero hacer, no sé qué quiero estudiar, no sé qué es lo que realmente quiero".
"Estoy laburando, pero hay gente que nace y sabe que quiere trabajar toda su vida de... veterinario, por ejemplo. No sé si toda mi vida quiero trabajar de lo que estoy trabajando. Me encanta, pero no sé si es eso o qué realmente. A mí me gusta la actuación, me gusta actuar. Me pregunto si eso vendrá después o no", cerró.
