Nina Pelozo irrumpió en el universo del espectáculo allá por 2007, con su peculiar participación en el Bailando por un sueño, con la que generó un alto impacto mediático por su historia singular de militante de organizaciones sociales. Tras ese resplandor, reconfiguró su vida y en la actualidad trabaja como profesora.
En ese año de brillo en la televisión, Nina acudía al mega show de Marcelo Tinelli en compañía de su pareja Raúl Castells, de quien se separó hace unos diez años. En 2011 se recibió y comenzó a dar clases de biología, lo que continúa como su ocupación actual.
Respecto a ese viraje en su cotidianidad, a esa decisión de volcarse a al estudio, Pelozo contó: "Tenía que cambiar. Era empleada doméstica en negro y el día de mañana quería tener una jubilación. Quería tener conocimiento, capacitarme y ser alguien. Me acuerdo que me decían “ya sos Nina Pelozo”, pero yo quería ser alguien, tener un título que nadie me lo saque”.
Su visibilidad pública le generó algunas situaciones en el aula, por lo cual describió en diálogo con La Nación, esos primeros momentos: “Cuando me fui a presentar el primer día, dicen ‘la profesora de biología’ y los pibes decían ‘esta es la que hace piquetes’, ‘profe, vamos a hacer piquetes juntos’... Después me relajé”.
Respecto a su comportamiento en esta faceta de la enseñanza, Nina se describió: “No soy brava como profesora. No tengo paciencia con los chicos, pero con los alumnos sí. Nadie lo cree, pero es así”. Y también se quejó de las deducciones: “Trabajo 22 horas por semana. Si tomo más horas, AFIP me saca más y cobro lo mismo”.
A la hora de especificar los argumentos que la impulsaron a dedicarse a esa materia, Pelozo narró: “Yo vengo del campo, siempre me gustó el medioambiente, los seres vivos, la siembra. También estoy con salud y adolescencia, doy la parte de ESI que es de lo que más me gusta porque ayudamos mucho a los chicos”.
