Jorge Rial viene de transitar el Covid y ni el bajón de energía por la convalecencia le quita la agudeza a la hora de cuestionar fuerte lo que le hace ruido. Y ahora, el conductor apuntó contra una tendencia muy en boga que tiene a las celebridades como sus principales promotoras.
Se trata de la inversión en criptomonedas, una cuestión que a simple vista parece cosa china y muy arriesgada, y que las empresas que se dedican a eso encontraron en los famosos una manera de hacerla “más amigable” y posible.
Así, los seguidores de Pampita, Yanina Latorre y Cande Tinelli un día se encontraron con que las chicas, además de promocionar cremas, yerbas y marcas de shampoo, de repente estaban hablando de cripto como si fuera una pavada al alcance de todos, algo muy simple y, sobre todo, sin riesgos de pérdida.
Indignado con esta “moda”, Rial compartió un tweet del periodista Tomás Balmaceda, que escribió un artículo sobre la urgencia de debatir posibles lineamientos para la publicidad en redes sociales.
“‘¿Pensás que por vivir en la Argentina no podés invertir? Dale un giro a tu vida ¿No me creés? Entrá en el link, sácate las dudas y ¡Empezá a cambiar tu vida!’, dijo Pampita en un story hace algunos días. Candelaria Tinelli fue más tajante ‘¡Invertí tu vida en coinx!’”, decía el mensaje de Balmaceda, que luego explicó:
“En las últimas tres semanas algunas de las influencers con más seguidores en la Argentina comenzaron a promocionar un fondo de inversión en criptomonedas que promete de un 5% a un 8% de rentabilidad mensual en dólares”.
“El famoso nunca se pregunta si lo que promociona es bueno. Le da lo mismo una cripto que un polvo para adelgazar. Corren detrás de la plata y hacen daño”, sentenció entonces Jorge, dejando en claro lo que piensa, recordando el polémico preparado blanco que prometía una sarasa imposible.
Telar de la abundancia, maquinitas carísimas para "pulir" la piel del rostro, polvos mágicos adelgazantes, y ahora, las criptomonedas... ¿es el nuevo curro de los famosos? Para el ex Intrusos, queda claro que así es.
