El calor arrasa con el país, para generar infinidad de consecuencias negativas en todos los órdenes de la vida social. Una de las secuelas más graves se relaciona con un apagón gigantesco que hunde en la oscuridad a una enorme parte de la provincia de Buenos Aires.
Un desperfecto técnico en la central Atucha I activó un corte generalizado del suministro, que incluso provocó que la casa de Gran Hermano quedara a oscuras durante un lapso exiguo de tiempo, dado que inmediatamente se encendieron los generadores.
Durante esos segundos a oscuras, todos los participantes se encontraban en una de las habitaciones y así se produjo un momento desopilante, de desconcierto, de incertidumbre y de cientos de preguntas de los sobrevivientes de este reality.
La transmisión en vivo de Pluto TV registró el preciso instante en el que los concursantes se hundieron en las penumbras, que apenas se extendió por un brevísimo periodo de tiempo. Con la pantalla en negro, La Tora exclamó: “¿Las cámaras están prendidas?”. Ante lo cual se respondió a sí misma: "¡Las cámaras están prendidas!”.
En tanto que Romina acudió a una postura más cotidiana, a esas que suelen despertarse en cualquier hogar argentino ante un inconveniente de este calibre, que se repite con asiduidad en los veranos. Y esbozó una reacción divertida: “¡La tele me van a quemar y la heladera!”.
Lo llamativo se enroló con la apreciación de Camila, que intuyó que la producción les estaba jugando una broma y con su verborragia característica gritó: “¡Me encanta que hagan esto!”. Evidentemente, el aislamiento les imposibilitó a los hermanitos dimensionar el incordio que padecen cientos de miles de ciudadanos.
