Además de platos principales, ensaladas especiales y retos innovadores, en MasterChef Celebrity los participantes también tienen que someterse a la preparación de diversos postres e incursionan en el mundo de la pastelería, siempre bajo los consejos del experto y jurado Damián Betular.
Eso sucedió en la gala del miércoles, cuando los chefs les revelaron que el reto de la noche constaba en preparar un cheesecake, teniendo cada uno un sabor distinto: de frutilla, marmolado, de maracuyá, de dulce de leche y de chocolate.
En ese contexto, los participantes se vieron asustados y preocupados, ya que todas las recetas constaban de varios pasos y, por sobre todas las cosas, de poco tiempo para concluir sus platos, que tenían la obligación de ser réplicas exactas de las muestras presentadas anteriormente.
Es por eso, que el jurado integrado por Damián, Germán Martitegui y Donato De Santis se acercaron a las diversas islas de cocina para colaborar con los famosos y darles algunos tips para poder llegar a terminar sus postres.
Pero durante la cocción, se vivió un momento de angustia y preocupación dentro del estudio de Telefé, cuando todos revisaron si las cocciones estaban listas dentro del horno, pero Claudia “La Gunda” Fontán decidió esperar siguiendo el consejo de Betular, que les pidió que no abrieran las tapas de los hornos en reiteradas oportunidades para evitar que el calor se fuera rápidamente.
Sin embargo, al chequear si su base ya estaba lista para continuar, la actriz se dio cuenta de que nunca encendió el fuego, y que su horno no solo estaba totalmente apagado, sino que además estaba frío.
Con los ojos llenos de lágrimas y sin poder ocultar su frustración, comenzó a gritar dentro de la cocina y se lamentó por ser una de las pocas veces que estaba bien encaminada: “Está frío… ¡No, está apagado! ¡La puta madre, hace dos horas!” Y explotando toda su tristeza, le habló al jurado: “Con razón… Estoy muy angustiada”.
"¡El horno está apagado! Con razón... ¡Estoy muy angustiada!"
Intentando colaborar con ella, Cande Vetrano le ofreció su propio horno y cocinar juntas su preparación, y se solidarizó con su colega: “Sabés por lo que está pasando, es una frustración y una angustia que es terrible”. Y con las lágrimas ya fuera y el llanto incontrolable, Gunda disparó: “Me falta todo, porque nunca lo abrí. Me da bronca”.
Asimismo, la devolución del jurado fue completamente positiva, quien le remarcó que tanto la presentación como el sabor estaban impecables, y que sin este contratiempo habría sido totalmente perfecto. Y, además, obtuvo la medalla dorada pasando así a la gala de los mejores.
