Silvina Luna atravesó un tormento, una verdadera tragedia que la sumió hasta complicaciones físicas incalculables. El accionar del cirujano Aníbal Lotocki provocó una serie de secuelas muy nocivas para el cuerpo de la actriz.
Las cirugías estéticas del mediático doctor atentaron contra decenas de famosas, que creyeron en su palabra, en sus métodos y en sus supuestos conocimientos y se entregaron a sus manos para optimizar algunos rasgos de su fisionomía.
En esa red cayó Silvina, que a casi una década de las intervenciones todavía batalla en el ámbito legal para que Lotocki reciba un castigo por su accionar, así como las dificultades continúan en su organismo, por consecuencia de las sustancias que le inyectó este hombre.
En su visita a Flor de equipo, Luna acudió a la honestidad más cristalina para compartir su infierno: “Ni se imaginan las cosas que pasé con respecto a mi salud, pero yo soy una guerrera. En honor a mis viejos, decido ser feliz todos los días, seguir sonriéndole a la vida y tratar de pasarla lo mejor posible en esta vida tan corta que tenemos”.
En cuanto a las consecuencias que se despertaron en su cuerpo, la actriz sostuvo: “Y también el hecho de todo lo que me pasó como mujer como la aceptación de un cambio físico”. Así se detuvo en un tópico muy recurrente, una crítica despiadada que circula por las redes sociales.
De ese modo, Silvina habló de la notoria modificación de la morfología de su rostro: “Me dicen ‘te operaste la cara’. Y no, no me operé la cara; tomo corticoides hace 8 años y los corticoides te hinchan la cara así”. Y también reconoció que continúa con episodios: “Me atraviesa que cada tanto tengo que internarme y es como un episodio que ya lo naturalicé en mi vida”.
