Lionel Scaloni, el hombre que logró la hazaña más grande del siglo para el combinado de fútbol argentino, festejó muy emocionado la obtención de la copa del mundo luego de vencer a Francia en los penales. El director técnico se metió en la historia del país y será recordado para siempre.
Cuando asumió en la Selección, muchos lo querían fuera en el primer partido, decían que era un técnico sin experiencia en divisiones mayores. Si bien eso era verdad, el seleccionador no escuchó las críticas y llevó a Lionel Messi y compañía a la gloria eterna.
"Creo que todavía no nos damos cuenta, pero es un momento para disfrutar, sobre todo la gente sinceramente. Nosotros que vivimos de esto hemos estado en las buenas, en las malas, estamos acostumbrados a que nos pasen estas cosas", comenzó Lionel Scaloni.
Y agregó: "Hoy nos golpearon, pero los jugadores reaccionaron y es todo mérito de ellos. Es un disfrute increíble estar en la cima como estamos ahora. Es algo único. Uno siempre dice la familia, ellos, mis papás, me han dado una manera de entender de nunca bajar los brazos".
Con lágrimas en los ojos ante la emoción de poder ganarle a Francia, el oriundo de Pujato comentó: "Me enseñaron a no ir en contra de nadie, pero darle para adelante siempre. Lo importante es que cuando no se da, la gente pueda entender que yo u otro entrenador solo queremos hacer las cosas bien".
Scaloni, quien tenía a su hijo en su brazos durante la entrevista, lo besó en la frente con una emoción que harían lagrimear a cualquiera que lo estuviera viendo. Luego, el periodista le preguntó al pequeño si sabía que su papá era campeón del mundo, a lo que contestó que sí.
