Como muchas otras personas, la primera vez que el nombre de Antonella Delmonte apareció en los medios fue en Paparazzi. Incluso antes de que empezara la pandemia, Cristian U la presentó como su novia en la inolvidable y siempre incendiaria edición papel de la revista.
Pero a diferencia de la mayoría de los que pasaron por nuestras páginas, Antonella no se hizo famosa después de que aquella publicación por sus cualidades artísticas, su carrera como modelo o la continuidad - o no- de su romance con el ganador más polémico de todos los Gran Hermano.
Para nada. Antonella volvió a la boca de todos esta semana, cuando la acusaron de ser una vacunada vip. La muchacha tiene 24 años y, según se dijo, había fraguado sus datos personales para acceder a la dosis de Sputnik 24 como personal de salud. Fue tan grande el revuelo que armó el tema (y sus fotos) que hasta Cristian U tuvo que decir lo suyo.
Ahora que bajó un poco la espuma, Antonella utilizó sus redes sociales y escribió un intento de aclarar las cosas que generó, en primera instancia, más dudas todavía en los usuarios.
La muchacha se consideró "víctima de una persecución" en la que abundaron los "comentarios llenos de misoginia". En ese sentido, aclaró que "la acusación de haber saltado un lugar en la fila de vacunación" fue lo más liviano que le dijeron. Todo, según ella, se trató de "una gran mentira".
Después, contó que trabaja como recepcionista en un consultorio médico, y que "la profesional a cargo me indicó que para seguir con mi trabajo debía estar vacunada contra el Covid 19".
Acto seguido, de acuerdo a lo que relató, "me anoté en la APP oficial, fui convocada, y al concurrir presenté la documentación, un certificado firmado por la profesional para la que trabajo y el contrato de trabajo", tras lo que fue inoculada con la vacuna rusa.
Por último, agradeció a algunos periodistas y acusó a otros -aunque no los nombró- a los que amenazó con llevarlos a la justicia, allí donde también "presentaré todas las pruebas para aclarar mi situación".
