La cocina tiene una magia única, entre ollas y sartenes se juegan mucho más que la alquimia de los sabores, porque en ese ritual laten las emociones, los sentimientos y las fibras más íntimas. Eso brotó en la carpa gigante de Bake Off y originó un episodio conmovedor.
Silvina, la esposa del exfutbolista Gabriel Milito, vivió una gala única, que no olvidará jamás. Dentro de un desafío que ya vaticinaba un aura peculiar, porque la consigna refería a pensar en un plato creativo para dedicarle a un ser amado.
Lo cierto es que la participante volvió a demostrar su pericia en la pastelería y cocinó una torta maravillosa, suntuosa, preciosa y riquísima. Tal grado de acabado y sabor que los tres jurados coincidieron en una devolución estelar e incluso la nombraron la ganadora de ese día, con el premio de cinco minutos extras para el domingo.
Tras entregar su producción, Silvina explicó en qué se había inspirado y sostuvo: “Es para mi familia, todos somos golosos y a todos nos encanta el chocolate. Ya la hice para ellos y les gustó mucho”. E inmediatamente recibió los primeros halagos de Paula Villar.
Pero lo mejor llegó de la mano de Dolli Irigoyen, que suele ser muy estricta y para este pastel se le ocurrió un dictamen increíble: “Esta torta podría estar exhibida en una vitrina en París. Tenés una mano impresionante”. Esas palabras brotaron las lágrimas en Silvina, que dijo: “Me hacen emocionar, que ustedes me digan eso es único”.
Damián Betular también cayó rendido a los pies de la concursante y su preparación, por eso le expresó: “Lo sofisticado no tiene que ver con ser caro, sino porque es un regalo a vista”. ¡Wow! Tremendo elogio de un profesional muy estricto.
Visiblemente conmovida, Silvina trató de emanar algo de lo que vibraba en su interior y exclamó: “Que Dolli me diga eso, no puedo creer. Así como que todo el jurado me de esta devolución es un honor muy grande para mi”. Una noche inolvidable para la concursante.
