El dolor tiñe el universo de la comunicación toda, con la partida de este plano de la enorme Magdalena Ruiz Guiñazu, quien apagó su luz este martes a los 87 años. Dentro de la innumerable cantidad de testimonios sobre su bonhomía y calidez, Nicolás Wiñazki protagonizó un episodio sensible en el aire de Radio Mitre.
Tras la confirmación del desenlace de la periodista, en el ciclo de Jorge Lanata contactaron a Wiñazki, quien compartió diversos años de trabajo con Magdalena. En ese contexto, el hombre de los medios no pudo contener su emoción y se quebró en pleno aire.
En primera instancia, Wiñazki transmitió las emociones de angustia y congoja que latían en su interior y expresó: “Estoy bastante triste, pero a la vez agradecido por haberla conocido. Fue una mujer ejemplar, cabal y valiente. Yo empecé a trabajar con ella cuando tenía la columna de media hora en el programa”.
En cuanto a su lazo con Ruiz Guiñazu, más allá de los momentos profesionales que vivió con la escritora, Nicolás contó: “Yo crecí escuchándola. Era un símbolo y más en esta época con tanto periodismo que habla de fe y no de hechos. Siempre tenía anécdotas para todo. Era una increíble compañera de laburo. Me enseñó muchísimo y cuando me tuvo que cagar a pedos lo hizo. Pero siempre bien”.
A la hora de ponderar los aportes invaluables y magnánimos de Magdalena, el periodista detalló: “Fue un ejemplo para todos, no solamente como periodista sino como persona y ciudadana. No solo por lo que hizo en el Nunca Más, sino por cómo se comportó después. Fue la primera civil que entró en la ESMA y contaba lo fuerte que era. Todos saben el trabajo que hizo con el Nunca Más”.
Y también se animó a exteriorizar algunos rasgos de la personalidad de la célebre periodista, dado que Wiñazki narró: “Se reía cuando la amenazaban con bombas en su casa. Fue una adelantada con cosas que hoy parecen normales. Por ejemplo, con su marido vivían en casas separadas. Fue una persona inolvidable”.
