Romina Uhrig está asustada, porque lo que está viendo en la casa de Gran Hermano no lo vivió ni en la Cámara de Diputados. ¿Lo último? Una feroz pelea entre Alfa y Conejo tras perder la prueba semanal que casi escala a la violencia física.
Pero ese fuertísimo cruce verbal no fue el único que caldeó los ánimos de los participantes y Romina lo dejó en claro ante Santiago del Moro, al plantearle su preocupación. Luego de pasar por ese mal momento, quien fuera la líder de la semana se pronunció.
“Yo, por lo menos, hoy la pasé mal y justo estaba diciendo que creo que todos tendríamos que tener una charla. Se lo iba a proponer a mis compañeros porque pasó una pelea fuerte”, arrancó.
Luego, la participante señaló cómo vivió con el resto esa situación que podría haber terminado muy mal: “Por ahí de afuera no se ve, pero estando acá adentro, hoy lo que pasó fue fuerte”.
Y siguió: “A veces, parece como que se está yendo todo de las manos y ninguno quiere que terminen las cosas mal. Hoy no estuvo bueno, la verdad que me quedé mal. Me quedé mal por la pelea y por las cosas que se dijeron”.
“Tengo miedo de que se vaya todo de las manos. Primero fue una queja y después fue un ´boludo´, después un ´pelotudo´… Te digo la verdad, si esto no para, creo que se va a las manos. Lo veo así", avanzó, muy seria.
Ante este planteo, Del Moro aclaró: “Saben que hay un reglamento y hay límites, ¿no? Y hay que respetar”. “Sí, pero bueno, acá a veces la cabeza juega más”, explicó ella. Tras el planteo de Romina, el conductor le preguntó a Alfa cómo estaba.
“Complicado, yo tratando de poner paños fríos y no salir de mi eje, yo soy cabrón y calentón”, reconoció el participante que se convirtió en el primer salvado en la gala de eliminación que dejó a María Laura afuera del juego.
