Se acabó la espera, esa maldita espera para los fanáticos y finalmente arrancó con todo, como un aluvión, la nueva edición de Gran Hermano, que sacudió con las mediciones de rating. Dentro de las particularidades, se destacó el comportamiento de Wanda Nara, quien cayó en las garras de un análisis de su lenguaje corporal sobre un coqueteo con un joven participante.
La influencer adoptó el rol de acompañante de los concursantes al ingreso definitivo a la casa, en conjunto con Roberto Funes Ugarte. En esa tarea de aguardar a los aventureros en la puerta de la residencia, la blonda no pudo contenerse, al menos en sus miradas.
Las redes sociales captaron y focalizaron en los ojos de la ex esposa de Mauro Icardi en ese diálogo con Tomás Holder, un tiktoker rosarino que posee una fisionomía muy trabajada en el gimnasio. Así se viralizaron las imágenes de Wanda con su atención desmedida a este fornido concursante.
Las plataformas digitales ponderaron en que Nara le dedicó una gama enorme de revisiones oculares a Tomás, como una especie de chequeo de la belleza del rosarino. Claro que todo dentro del marco de no verbal, aunque también le soltó algunas frases picantes.
Cuando Holder reconoció que se “desinfló” un poco su musculatura en los últimos días, Wanda saltó raudamente con un comentario muy perspicaz: “¿Eras más musculoso todavía? Un montón”. Una manera indirecta de valorar su cuerpo.
Y para cerrar, Wanda dejó en claro que algo le gustó, que esta soltería que transita la liberó en muchos aspectos, y le manifestó sin tapujos: “Sí te sentís ganador, entonces te voy a recibir yo si ganas. Nos vemos a la salida”. ¿Será que Nara le echó el ojo a Tomás?
