Donde ardieron las llamas, las cenizas perduran latentes. Flor Vigna y Nico Occhiato configuran uno de los binomios más queridos del ambiente del espectáculo, por las personalidades de ambos y el amor que siempre se pregonaron, aún en las épocas de crisis y separación.
Claro que los famosos prefieren eludir las etiquetas y disfrutar el momento, el aquí y ahora. Las consultas frecuentes, casi frenéticas, de los medios por escuchar la confirmación de un nuevo noviazgo parecen estériles, porque Nico y Vigna repiten hasta el hartazgo que la pasan bien y que el tiempo dirá.
La semana pasada Paparazzi se topó con el conductor e indagó sobre cómo marcha el lazo invisible, pero sólido, con Flor, el periodista sostuvo: “Excelente, che. Muy bien, la pasamos bárbaro juntos”.
Más allá del respetable comportamiento de gambetear los rótulos tradicionales, Vigna y Occhiato ya no se ocultan y se muestran en las redes sociales en diversas actividades, ya sea en el interior de los hogares o un avistaje de estrellas en un parque.
"Me di un palito", escribió Flor.
Este fin de semana largo, la pareja decidió disfrutar a pleno del aire libre y se trasladaron al delta del Tigre, donde se zambulleron en el río, jugaron con amigos y hasta se dieron el lujo de practicar wakeboard, un deporte acuático de cierta complejidad.
Justamente sobre ese desafío de montar una tabla en las aguas, Occhiato registró un momento tremendo, en el que Flor logra surfear la corriente hasta que un movimiento brusco la tiró de cabeza al río.
Lo peculiar llegó con un resumen que posteó la anfitriona de MasterChef, donde exhibió una funda sobre uno de sus dientes, lo que invita a pensar que pudo padecer una rotura o un aflojamiento. Por suerte eligió el humor y escribió: “Me di un palito”.
Todo marcha sobre rieles con los dos famosos, que se eligen día a día, celebran la compañía y ratifican que un sentimiento indestructible los une.
