Desde su irrupción masiva en MasterChef, Germán Martitegui captó la atención de la opinión pública, de los paparazzis y de los medios. Más allá de su impecable carrera en la gastronomía, la visibilidad extrema se corporizó con el reality de Telefe.
Dentro de todo lo que generaba su rol, que se vincula con una postura estricta, de pocas pulgas, también se abrió las puertas a intentar conocer sobre su vida privada. En ese raid, Germán nunca especificó mucho de sus historias románticas.
Claro que luego se produjo el milagro de los hijos que aterrizaron en su cotidianidad, Lautaro y Lorenzo, que trastocaron todo en el mundo de Martitegui. Esos pequeños viraron para siempre las prioridades del chef, que se exhibe como un padre baboso, presente y amoroso.
Germán entorna el portal a su privacidad en sus redes sociales para compartir con el mundo los diferentes momentos emotivos que se crean alrededor de sus niños, que son la luz de sus ojos y que disfrutan de un papá que se preocupa hasta el mínimo detalle, sobre todo en la alimentación.
Pero en el aspecto sentimental, el cocinero continúa con un resguardo importante. No obstante, en las últimas horas soltó varias definiciones para construir un panorama de lo que vibra en su interior: “Nadie quiere estar solo en la vida”.
En ese diálogo con Teleshow, Germán agregó lo que le dificulta en este estadío de soltería: “Por ahora me siento... ¿Viste cuando alguien te dice: ´Quiero presentarte a alguien, es divina pero tiene hijos´? Bueno, así. Por momentos creo que si hoy me pondría a buscar pareja, probablemente la gente saldría corriendo”.
