La relación de Verónica Ojeda con las hijas de Claudia Villafañe ya era tensa desde antes de la muerte de Diego Maradona, y más ahora, que la compleja herencia y mastodóntica división de bienes enfrentan a sus herederos en mil frentes.
Siempre en un tira y afloje, Ojeda vela por los derechos de Dieguito Fernando, un niño que en la inocencia de su corta edad aún no puede entender estos conflictos de adultos y que pide a gritos el cariño de sus hermanas que por momentos intentaron ser parte de su vida.
Sin embargo, no todo es oscuro en el panorama de esta complicada red familiar que dejó el Diez. Luego de poner el grito en el cielo porque Dieguito no fue invitado al homenaje que le hicieron a su papá en el partido ante Italia que ganó la Selección en Londres, Ojeda sorprendió con un dato inesperado.
Mientras debatían en A la tarde sobre el porqué de la problemática relación de los herederos de Maradona, en la que el nene siempre sale perdiendo, la rubia contó un lindo gesto que tuvo Dalma en abril, para Semana Santa.
Dalma, que está a pocos días de ser mamá de su segunda hija, Azul, se enterneció para esa fecha y se acordó de su hermanito. “Debo aclarar que Dalma tuvo un buen gesto en Pascua porque le mando un huevo a Dieguito”, reveló Verónica.
Y siguió: “Esas cosas también las quiero aclarar y decirlo ,porque no es todo malo. Pero, la verdad, pasan otras cosas que terminan deshaciendo todo lo bueno”. Finalmente, la ex del astro fallecido reflexionó sobre las razones de su tensa relación.
“No lo sé. De mi parte, siempre trato, pero siempre hay una cosa u otra, problemas judiciales y un montón de cosas que hay que arreglar sobre el ‘mundo Maradona’, y lamentablemente, nunca se da”, admitió.
