En medio del dolor y pedido de Justicia por la muerte de Silvina Luna, un periodista chileno contó en primera persona cómo logró meterse en el quirófano de Aníbal Lotocki, simulando ser un paciente más que acudía a él por una intervención estética.
Se trata de Pancho Saavedra, un profesional trasandino que se interesó en el polémico falso cirujano. Es que, al igual que en Argentina, hace unos años Lotocki se había puesto de moda entre las famosas y famosos chilenos por sus logros imposibles y hacer lo que ningún otro profesional se animaba.
Muchas figuras de la farándula chilena acudieron a él y Pancho se puso en contacto para comprobar las sospechas sobre el material prohibido que Lotocki usaba. Todavía en pareja con Pamela Sosa, el hombre operaba en el departamento de ella, en un quirófano improvisado al que Saavedra llegó con cámaras ocultas.
“Era una cosa estética que se empezó a poner de moda y nadie se preguntaba qué era realmente lo que este tipo les estaba poniendo. El compuesto metacril o el metacrilato al menos acá en Chile no estaba aprobado por el Instituto de Salud Pública para usarse en intervenciones", contó Pancho.
EL RELATO DEL PERIODISTA CHILENO QUE SE HIZO PASAR UN PACIENTE DE LOTOCKI
"Yo, para descubrir todo esto, le hablé como si fuese un paciente que me quería hacer una intervención para poder así registrar el lugar donde han intervenido a muchas mujeres del espectáculo acá en Chile sin ninguna condición de salubridad", siguió.
El periodista llamó, pidió turno para una intervención y Lotocki le pidió un pago en dólares en efectivo. “Me dijo que no podía quedar ningún tipo de transacción hecha. Me cobraba dos mil dólares por hacer una intervención donde yo le había pedido un poco de pantorrillas, un poco de glúteos”, contó, a Socios del espectáculo.
Y Pancho Saavedra explicó: “Yo me fui con cámaras escondidas puestas en los anteojos y en los botones de mi camisa. Tenía tres cámaras porque quería registrar el audio y tener todas las imágenes ahí".
El periodista llegó a acostarse en una cama y a ver varias irregularidades antes de irse con una excusa: "Él me dice: 'Podés acostarte. Había un colchón, un perro saltando ahí en el medio. Ahí él agarra varias botellas de líquido de más de dos litros y se va al baño a mezclar”.
“Eso inmediatamente me llama la atención porque no estaban dadas las condiciones de higiene. Luego de esto, él me pide: 'Recuéstate ahora. Te voy a anestesiar un poco'. Yo ahí le digo: 'Doctor, se me olvidó que dejé el dinero en mi auto'. Esa era mi estrategia para escapar porque tampoco iba a dejar que me hiciera nada ", terminó.
