Luego de una noche colmada de gritos, en donde el mayor reto fue cocinar platos gemelos con un muro de por medio, los participantes de MasterChef debieron enfrentar un nuevo desafío. En el caso de Sol Peréz además aprendió una lección de la mano de Roberto Moldasvsky que llegó como invitado.
“Hay muchas expectativas con lo que pueda pasar hoy”, explicó Santiago del Moro y les dio paso a los famosos que llegaron para cocinar. “Negociar” fue la palabra clave del nuevo reto. Al abrir cajitas se encontraron con números y se prepararon comprar y vender pescados y mariscos.
“Van a tener dos minutos para vender la proteína que no le gusta”, les indicó Damián Betular. Fue ahí cuando llegó el ex participante del reality para asesorarlos durante el proceso de compra venta de los frutos del mar.
La primera en pasar al frente fue Sol Pérez a quien le tocó un lenguado que hubiera preferido conservar. Sin embargo, en lugar de tomar los consejos que le dio Roberto Moldavsky hizo todo lo contrario. Fue así como su pescado terminó en manos de Georgina Barbarossa quien la desenmascaró.
La estrategia de la ex chica del clima fue presentarlo como que era muy buena la proteína que había en la caja número. Inmediatamente todos sus compañeros empezaron a dudar.
“Nadie me cree, pero les estoy diciendo la verdad”, se quejó la rubia. Luego le tocó la caja que contenía cachetes de abadejo. Moldasvky la convenció de que era una muy buena elección para cocinar pese a que ella dudaba ya que no conocía como cocinarlo.
Pero nuevamente Sol Pérez omitió los consejos del ex MasterChef y Fernando Carlos se quedó con la proteína. “Eso es para que aprendas a creer en la gente”, disparó Moldasvky mientras la rubia aseguró: “Es que no se confiar”.
