La partida de Gustavo Martínez de este plano generó conmoción, por lo repentino y lo inesperado, pero también por el modo, con esa decisión muy profunda y compleja de arrojarse al vacío de un piso tan alto de un edificio. Así como por todo lo que significa Ricardo Fort.
Las primeras repercusiones de este caso se centraron en las reacciones de Martita y Felipe Fort, quienes lejos de dedicarles hermosos mensajes a la persona que los cuidó durante nueve años, le destinaron palabras algo hirientes y dolorosas.
Los jóvenes se sentaron en criticar la determinación de dejarlos solos y hasta lo tildaron de egoísta por no pensar en ellos y sostuvieron que solo debía esperar diez días para que cumplan la mayoría de edad y se venza el documento legal de tutoría. Impensado.
En todo ese contexto, Nicolás Martínez, el sobrino de Gustavo, habló en Intrusos para compartir su indignación por el tenor de los mensajes de los hijos de Ricardo Fort. En ese diálogo, este joven soltó varias concepciones picantes con la lupa en la familia Fort.
Nicolás contradijo los dichos de los niños sobre que no estaban al tanto de la depresión y el Alzheimer de Martínez: “¿Si vos tenés plata pedís trabajo? No. ¿Vieron la situación como estaba mi tío? Si estuviera bien no viviría una situación como la de mi tío”.
Hasta que el sobrino de Gustavo lanzó una teoría fortísima, que refiere a una injerencia del clan Fort y lo que pudo haber sucedido esa madrugada para determinar la acción de saltar del balcón. “Algo pasó en esa casa para que tome la decisión de tirarse del piso 21. Algo pasó, una discusión, algo pasó”, exclamó.
Para aportar más incógnitas de lo que considera, Nicolás agregó: “Es como que en esa casa nadie sabía lo que pasaba. Si mi tío estaba cortando la reja para tirarse y nadie sabía lo que pasaba. ¿Cómo nadie sabía qué pasaba? Mi tío estaba solo”.
