Wanda Nara construye tendencias, así como controversias con su compulsivo abastecimiento de contenidos en las redes sociales. En sus plataformas edifica prácticamente un reality de su vida y de su familia, con la exhibición de sus lujos y su belleza.
Tan avasallante que luce, también engloba un costado de inseguridades lógicas. La exesposa de Maxi López parece una mujer con seguridad, que se planta en cualquier ámbito con solvencia y que no le importan las dificultades.
No obstante, la mediática reconoció que en ocasiones pululan en su interior ciertas vacilaciones en lo que respecta a su relación con el arte culinario, ese aspecto tan vinculado con el espíritu maternal que siempre pregona en sus redes sociales.
La blonda genera un arco entre las críticas de los heaters como del amor de sus fanáticos, que le agradecen cada posteo, cada storie y cada fotito de su cotidianidad fastuosa.
En este caso todo se entrelazó con un posteo sobre una complicación que Wanda sufrió en la cocina, un percance que puede suceder y que millones lo han experimentado a diario. Un descuido que suele acontecer en el desayuno.
La extravagante famosa saltó a su Instagram para compartir dos fotos, una en la que se la ve algo natural, tumbada en un piso de madera ultra top, con un muñeco de Mickey y otra como con un lenguaje corporal de relajación.
En su descripción, Wanda puso: “Instagram versus realidad”. ¿Qué quiso decir? Que la postal disponía de un detalle, un elemento cercano a su cuerpo: unas tostadas untadas en lo que se percibe como manteca.
Así, la mujer de Mauro Icardi no tardó en aceptar su impericia y escribió: "A quién no se le quemaron unas tostadas". Muchos de sus seguidores la apoyaron en esa causa, mientras que otros le criticaron la falta de concentración para quitar rápidamente las rodajas de pan.
