En la cuenta regresiva para el inicio de MasterChef Celebrity, que tendrá a Fede Bal y a Vicky Xipolitakis entre sus integrantes, Sebastián Albín, un participante de la segunda temporada del reality de 2015, reveló algunos de los engaños que allí se producían y que no se veían al aire.
En un vivo de Instagram que realizó para sus seguidores, el músico y cocinero recordó: “Nos hacían cocinar dos platos. Terminábamos de hacerlos y nos sacaban afuera. Ellos pasaban, probaban todos los platos, se juntaban con los productores y decidían todo previamente”.
Y agregó: “Ya decidían qué iban a decir de tu plato, si iba a estar bueno, si te iban a tirar para abajo. Vos no sabías nada y así te hacían pasar a la devolución. Ya sabían todo y ahí actuaban. Probaban y actuaban porque ya sabían cómo había salido el gusto de tu comida y se aprovechaban”.
“Si te querían mandar al bombo te decían que estaba fría, pero vos no podías decirles ‘che, pero boludo, hace dos horas que la comida está ahí, ¿cómo no va a estar fría?’”.
Sobre las devoluciones de los integrantes del jurado, Sebastián recordó: “Si te querían mandar al bombo te decían que estaba fría, pero vos no podías decirles ‘che, pero boludo, hace dos horas que la comida está ahí, ¿cómo no va a estar fría?’”.
Otro aspecto que llamó la atención sobre el manejo del programa estaba vinculado a las degustaciones. “Nosotros no podíamos comer lo que hacía el participante de al lado. ¿Saben por qué? Porque vos ahí podías ver si el jurado estaba chamullando. ¿Qué pasaba si vos probabas unos fideos con tuco y estaba re ácido el tomate? ¡No podías hacer nada! Porque vos no sabías el gusto y ellos decidían a quién podían hacer pasar”, aseguró con indignación.
Incluso, el participante recordado por haberle puesto de nombre a un plato “Papas al Pony” reconoció: “Me ha pasado a mí de tener un plato malo, pero como generaba buenas escenas me hacían pasar”.
Sebastián también expuso la desigualdad que existía entre los participantes y el jurado. “Nosotros no sabíamos nada y ellos sabían de todo. Y lo más triste, lo que más me dolió, fue cuando firmé el contrato y nos decían que a nosotros no nos pagaban ni un peso. Solo el viático y los chefs ganaron un montón de plata”, cuestionó.
