Fastuoso, multitudinario, lujoso y ostentoso. El casamiento de Ricky Montaner y Stefi Roitman paralizó las rotativas en la noche del sábado, por todos los condimentos que engranaron para construir un evento de extrema fascinación por el calibre de los novios y los invitados internacionales.
La boda del famoso cantante venezolano y la influencer argentina provocó un interés inusitado, así brotaron a la luz detalles de todo lo que implicó la organización de esa velada, como el exclusivo campo seleccionado, que disponía de una estructura impresionante. Así como la suculenta inversión para el evento, que se estima rondó el millón de dólares.
En toda esa atracción inusitada, con el foco en los manejos del clan Montaner, sobresalió la figura de Chantal Rotiman. La hermana menor de Stefi se robó la mirada de muchos de los 400 invitados, así como de todos los usuarios de redes sociales que consumieron los posteos.
La joven de 25 años lució impecable, con un vestido diseñado especialmente por Jorge Ibáñez, con el que ocupó el rol privilegiado de dama de honor. Así que Chantal apareció en decenas de fotos y siempre con una sonrisa de oreja a oreja, con la que transmite enorme simpatía.
Una gran porción del público la descubrió el sábado, con todo el rebote que generó la boda. La menor de las Roitman es maquilladora profesional y estudió psicología. Además, en el último tiempo siguió los consejos de Stefi e inició una mayor carga de sus perfiles digitales.
La esposa de Ricky Montaner siempre le prodigó palabras hermosas, con las que ratifica que su lazo trasciende todo. “Es más que un lazo de sangre, más que una amistad, más que cualquier unión… Ella y yo somos una. Con solo mirarla se perfecto qué le está pasando por la mente”, contó en un posteo.
Para completar la definición de su hermana, Stefi agregó: “Tiene la paciencia más deseada de todo el planeta Tierra. Sus días son la felicidad, aunque se esté cayendo el mundo, siempre tira su magia y hace que todo a su lado pinte mejor”.
