La enrarecida, y mediática, relación entre Luciana Salazar y Martín Redrado escala a límites impresionantes con el paso de cada minuto. De aquella reconciliación en Miami, a la desmentida del economista y la vuelta al amor con Lulú Sanguinetti y en el medio la viralización de audios privados.
Todo la visibilización del conflicto amoroso alcanzó la cima de una batalla judicial, dado que ayer se desarrolló una conciliación obligatoria entre los letrados de ambas partes y obviamente Luli Pop y el economista. Una situación peculiar, en la que se acusan de violencia de género y de hostigamiento, respectivamente.
La mamá de Matilda habló con Hay que ver respecto a lo que podría suceder en esa contienda judicial y sostuvo: “Habrá que preguntarle. Yo tengo desde hace mucho tiempo pruebas de todo. Pero todo lo que se habló, yo no me hago cargo de nada de lo que no haya salido de mi boca”.
Claro que también abordó la temática sobre si existe alguna posibilidad de perdonarse y retomar un camino juntos y Luciana bramó: “Yo tengo un límite y todo tiene un límite en la vida. Ya es una pesadilla tener que verle la cara justo un martes 13 (de abril)”.
Y en el cierre de la nota, Salazar lanzó una teoría, una versión de lo que considera el impulso que lleva a Redrado a demandarla: “Estoy perfecta sentimentalmente. Tal vez eso molesta y molesta mucho”.
Con esas palabras, la modelo emanó a la atmósfera la sensación que el economista no soportaría que se haya culminado el amor, la atracción y el deseo de encontrarse. ¿Será así?
