¿Por dónde empezar? ¿Por lo de Irán? ¿Por las actrices francesas? ¿Por Juana Viale? ¿O por la crítica que recibió? Hay tantos cabos por atar que es difícil determinar el primero. Mejor vamos de corrido: la rebelión de las mujeres iraníes contra el gobierno de su país conmueve al mundo al punto de que un gesto solidario con ellas -cortarse el pelo- llegó a la Argentina de la mano de la nieta de Mirtha Legrand, quien fue cuestionada por Male Pichot.
Buena parte del planeta observa, convulsionado y lleno de emoción, la revolución que protagonizan las mujeres en Irán. El asesinato de una joven que se animó a quitarse el velo al que están obligadas a llevar en la calle (llamado "hijab") provocó una revuelta popular pocas veces vista tanto en las calles de Teherán, la capital, como en el resto de las ciudades, sean grandes o pequeñas, del considerado "país más viejo del mundo".
Primero decenas, luego cientas y más tarde miles de mujeres de todas las edades se animaron a desafiar al gobierno religioso que tutela a Irán desde la revolución de los "ayatolas" de 1979, cuando fue destituido el hasta entonces mandatario Reza Palevi, autodenominado "Sha de Persia". Eran épocas donde el mundo disputaba su guerra fría y aquel "Ayatola Khomeini" que lideró la revuelta impuso la ley sumaria dictada por los líderes religiosos, llamados "clérigos".
En términos de la vida occidental, las mujeres perdieron muchos derechos. En algunos sitios, por ejemplo, ni siquiera pueden ir solas por la calle. Deben estar acompañadas por un hombre. Además, no pueden mostrarse públicamente sin el hijab o velo que cubre una parte de su rostro. Si bien no es el burka que tapa la cara por completo que exigen los talibanes afganos, es un elemento que coarta la libertad "de andar como cada una quiera" y que provocó la muerte que desató la protesta callejera: una joven se lo quitó y fue golpeada por la "policía de la religión". Pocos días después apareció muerta en una celda. Cosas que en Argentina no conocemos, aunque también tenemos nuestras cuitas.
Con cierta timidez al comienzo pero de manera explosiva luego, las mujeres empezaron a ganar las calles en abierto desafío al gobierno y a sus temidas fuerzas de seguridad. La cantidad de participantes en las manifestaciones se fue multiplicando con el correr de los días y el movimiento provocó admiración en los 5 continentes. Una vez más, las mujeres -en este caso las iraníes- demostraban coraje, valor y actitud para cambiar una realidad sin depender de nadie.
Para solidarizarse con ellas, las actrices francesas decidieron imitar uno de los gestos que identifican su protesta: cortarse una parte del pelo. En la Argentina nadie lo había hecho hasta que Juana Viale tomó la iniciativa y se "achuró" la melena. Bueno, una forma de decir: agarró la tijera y se quitó tan solo la punta de su larga cabellera. ¿Lo que vale es el gesto? Puede ser, pero no para Male Pichot, que en su cuenta de Twitter escribió "Lo de cortarse las puntas es lo del feminismo bueno que no jode a nadie. Adelante mis valientes" y lamentó que se utilice ese gesto "Habiendo tantas imágenes potentes para compartir sobre lo que están haciendo las mujeres en Irán".
