Desde su irrupción a la visibilidad pública, Romina Malaspina causó polémicas, ya sea por su desempeño como conductora de noticiero, así como por la indumentaria que calzaba en Canal 26 o por su renuncia a ese trabajo, que tanto defendía.
De un plumazo, la ex Gran Hermano desapareció de las primeras planas, lo último que se supo se vinculó con su inserción en el universo de las criptomonedas, ya que se encargó de especificar que había estudiado esa materia y se dedicaba a invertir en ese espacio.
Incluso, Romina abandonó el departamento lujoso que habitaba en una zona exclusiva de Buenos Aires y se mudó de país. A través de sus redes sociales se percibe que en este momento reside en Miami, aunque no queda claro qué tipo de proyecto la llevó a esas tierras.
Otra de las aristas de su actualidad se centra en algunos cambios en su rostro, lo que infiere a pensar en que volvió a pasar por el quirófano para modificar algunos rasgos de su fisionomía. De hecho, Mariana Brey reveló que la vio personalmente y que no la reconoció.
En la edición del lunes de LAM, la panelista describió el asombro que la inundó al toparse con Malaspina: “Me la encontró, me costó reconocer si era ella. La miré, la miré y era ella”. Sus compañeras indagaron para conocer más detalles.
Así, Brey aportó más especificaciones de los retoques estéticos de Romina: “Me la encontré en el baño el día que fui a ver Tabú, la obra de Flavio Mendoza. Estaba ahí, me costó reconocerla porque tiene un tuneo en la cara importante”. Andrea Taboada le consultó si había charlado con la mediática sobre esta nueva operación y Mariana aclaró: “No me dio para preguntarle qué se hizo en la cara”.
