Transpiraba como si hubiera corrido un par de maratones. Estaba agitado y jadeante. El corazón le latía a mil revoluciones por minuto. Y gritaba igual que cuando Juanfer Quintero y el Pity Martínez clavaron los goles que le dieron a River, su River, el triunfo más celebrado de la historia.
Sudoroso y eléctrico, Mariano Iúdica no había desarrollado, en realidad, ninguna de esas actividades. Ni siquiera había salido de la cama. Estaba mojado, babeaba y maldecía porque había tenido una pesadilla. No lo mataban ni lo asaltaba un monstruo: en el sueño, su mujer, Romina Propato, lo dejaba por Mick Jagger. La muerte al fin, pero de otra forma.
"Fue tan vívido y tan real que me mató" reconoció El conductor de Polémica en el bar frente a los cinco "parroquianos" que lo escuchaban sentados a más de dos metros de distancia (Luciana Salazar, Gaston Recondo, Jay Mammon, Horacio Cabak y el doctor Adrián Cormillot) y ante las cientos de miles de televidentes que lo veían por América.
En un principio, Iúdica no quería largar prenda. "No, ya lo conté 500 veces" se atajó. Pero la teoría "mirthalegranezca" de que el público se renueva y la insistencia de sus compañeros quebraron, finalmente, su inicial negativa. Entones, se largó.
"Fue terrible lo que me pasó. Soñé que Romina me dejaba por Mick Jagger. Y era tan vívido y tan real que me mató. Ella estaba con él y me decía... qué se yo, se iba con él. Lo tuve que hablar en terapia porque fue tremendo" les contó, ante el asombro de todos.
"Además, si era Alcides, qué se yo... la podés pelear... Pero con Mick Jagger estás en el horno total, no podés hacer nada ni aunque quieras. Era derrota segura" confesó Iúdica, y sus frases abrieron la puerta a otro debate, el de las infidelidades.
Fue allí que Luciana Salazar contó su propia experiencia: recordó cuando la ex esposa de un hombre con el que estaba iniciando una relación la fue a buscar a un gimnasio y le preguntó "¿Te dijo que te ama?". Aunque nunca se dieron detalles de la charla, siempre se dijo que Ivana Pagés, quien tiene dos hijos con Martín Redrado, la encaró un domingo en un gimnasio.
Entonces, todos opinaron. En un momento, las aguas se dividieron. La Salazar y Jay Mammon unieron fuerzas y opiniones para dejar en claro que "cuando hay una infidelidad, la culpa es del hombre y no de la mujer, a la que siempre quieren dejar como una buscona".
Del otro lado de la "grieta" quedaron Recondo, Iúdica y Cabak. La voz cantante del grupo la llevó el periodista deportivo. "Si hay el infiel sabe que si la persona está en pareja y aún así le da para adelante, entonces se merece una visita y un encare para preguntarle "che, qué estás haciendo"... dijo.
La discusión siguió. Un poco se rompieron los cuernos. Con este tpo de temas no quedaba otra.
