Paula Robles construyó una historia de amor con Marcelo Tinelli, que se extendió por quince años y de la que nacieron Juanita y Francisco. En el 2009, el vínculo llegó a su fin, pero en muy buenos términos, de hecho, nunca se conoció una pelea o una polémica.
La bailarina, que formó parte de ShowMatch durante años, atraviesa una etapa de expansión personal, con proyectos laborales enlazados con el arte y la crianza de sus hijos adolescentes, con todos los desafíos que eso conlleva.
Paula no tuvo tapujos en describir con lujo de detalles su actualidad, entre lo que incluía la dinámica de convivencia con Marcelo y Guillermina Valdés. Y sorprendió a caracterizar esas relaciones como excelentes, no por su idiosincracia, sino por la complejidad que suele atañir a los padres divorciados.
“Nuestro vínculo es muy bueno. Los chicos son el vínculo. Hay muy buena onda, muy buena relación. Lo que logramos es un montón. Es algo muy fluído. Hasta con Guillermina, con ella también tenemos muy buena relación. Nuestras hijas son muy contemporáneas, así que son amigas entre sí”, contó Robles sobre la cotidianidad.
Inmiscuida en retratar el vínculo que forjó con Guillermina, el que seguro se basa en el cuidado de Juana y Francisco, y explicó con muy buenas palabras y energía ese feedback.
“Con Guillermina hablamos de todo, claro. Es lo normal, pero tampoco estamos todo el día hablando. Tratamos de desarrollar el vínculo más sano, más fácil. Aprovechás la vida. Es ir liviano. Ser liviano es un compromiso y ese compromiso tiene su profundidad. Se trabaja para eso”, narró la ex de Marcelo Tinelli.
Dentro de una entrevista muy extensa, Paula linkeó este trato con su exesposo y su nueva pareja con el crecimiento de sus dos hijos y su rol de madre. “Lo vivo con gran responsabilidad y alegría, dándoles herramientas y tomando conciencia del lugar que tienen. Buscamos los espacios para encontrarnos y hablar. Compartimos lo social y lo artístico”, expuso.
