Una foto, dos, diez, cien. Un comentario, una respuesta, un entrevero, un cruce. Un emoji, una palabra, una frase, una reflexión, una sentencia. Una canción, una mirada, un aviso. Todo eso, y mucho más, era Jimena Barón en las redes: la que posteaba, la que decía, la que comunicaba, la que opinaba, la que mostraba, la que contaba. Era la reina del mundo digital.
Era, sí: un buen día, Jimena se bajó. Y nunca más se la vio "por esas páginas donde solía frecuentar". Se esfumó, como si se la hubiera tragado la tierra. No puso más nada. Cero. Algo pasó, evidentemente. Y aquí trataremos de desentrañar los motivos que la llevaron a tomar semejante decisión.
La frialdad de Jimena con las redes sociales coincide, prácticamente, con el afianzamiento de su relación con el Tucu López, actual participante de Corte y confección con famosos. Cuidado: el actor no le pidió que dejara de postear cosas, pero se sabe que Barón prefiere exponer menos esta relación que todas las anteriores.
Al fin y al cabo, con Daniel Osvaldo, con Rodrigo Romero y con Mauro Caiazza mostró absolutamente todo... y así le fue. La reticencia de Barón había empezado poco antes de blanquear con el Tucu, pero pensemos que cuando aceptaron que estaban saliendo ya tenían una semanas de contacto fluido, por supuesto.
Además, Jimena decidió resguardar un poco más su intimidad y su carrera artística, que había alcanzado un punto altísimo tanto con el tema La Tonta como con la canción La Cobra. La cuarentena le puso un freno a su evolución artística (parecía imparable su ascenso al número uno de la canción de protesta) y ahora volverá -está casi confirmado- como jurado de La Academia de Showmatch.
Generar un poco de misterio no le vendrá mal a sus "aciones", que cotizarán en alza en las semanas previas al comienzo del nuevo realitie de Marcelo Tinelli. Por hache o por be, todos querrán saber como está Jimena después de tanto tiempo de "silencio": hace más de 8 meses que se fue de las redes.
La frialdad de Jimena con las redes coincidió con la consolidación de su romance con el Tucu López, que tampoco es un fanático de la exposición. Sin embargo, ninguna opinión del actor fue decisiva sobre Jimena. "Esta es toda de ella", dicen cerca suyo.
El último motivo es que tanto ella como Daniel Osvaldo ven un poco más grande a Morrison, el hijo de ambos, y mostrar todo lo que hace el nene tampoco parece lo mejor en una época como esta, donde algunos espacios han tomado ribetes casi de canibalismo. Jimena no tiene ganas de recibir las toneladas de criticas que leyó y escuchó cuando subía fotos con su hijos prácticamente todo el tiempo.
Aclarar, explicar, justificarse y responder le quitaron fuerzas, ganas y voluntad. "Mejor guardarse un poco" pensó ella. Y como le empezó a ir bien, se mordió los labios y se comió un par de uñas las veces que le dieron ganas de agarrar la compu, o el celu, y subir alguna foto o escribir algo. Con esa fuerza de espíritu no volvió a caer en la tentación... ni en las redes del mundo digital.
